viernes, 3 de julio de 2015

Terminó "Diabólica"

Muchas gracias a todos por habernos acompañado durante estos meses. Hasta siempre.



Capítulo 11: Gran Final




DIABÓLICA
CAPÍTULO 11: EL DESENLACE




RISARALDA, COLOMBIA
INT. / HACIENDA SANTILLANA, SALÓN / DÍA

Coral suelta a don Damián y lo empuja hacia el sofá. El viejo cae de espaldas, muy asustado sin entender quién es la misteriosa mujer y qué es lo que quiere. Escuchamos la sintonía de Diabólica.



Coral:  Voy a acabar contigo, maldito infeliz… (Fulminándole con la mirada)

Damián: ¿Se… se puede saber quién demonios es usted? (Asustado)

La villana saca una pistola de su bolso y le apunta con ella de forma amenazante. Damián intenta levantarse del sofá pero…

Coral: ¡Quieto aquí viejo asqueroso! ¡No te muevas o te juro que te lleno de plomo, desgraciado!! 

Damián: Está loca… ¿Quién le dio permiso para entrar en mi hacienda? ¡Socorrooo!!!!

Coral: ¡Cállate! ¡Cierra esa sucia boca llena de dientes podridos! ¿No sabes quien soy yo verdad? No tienes ni idea… 

Damián: ¿De qué demonios está hablando? Yo no lo conozco de nada, señorita. ¡Y haga el favor de bajar ese arma si no quiere que llame a la policía!

Coral: Desgraciado… ¿Ya te has olvidado de tu sucio y oscuro pasado, cierto? 

Damián: No sé de que habla… ¿Quién carajos eres y qué haces en mi casa? 

Coral: Te voy a refrescar la memoria… igual que hice con los demás… porque fueron tres.

Damián: ¿Tres qué? (Se sienta en el sofá pero ella le sigue apuntando con la pistola)

Coral: Tres cerdos que abusaron de una jovencita de apenas quince años… 

Damián: ¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¿Cómo sabes tú eso? (Alucinado)

Coral: ¿No me reconoces verdad, Damián Santillana? 

Damián: No… no puede ser… (Asustado)

Coral: Esa muchachita era yo… ¡Yo! (Se quita de repente la peluca dejando ver su cabello rojizo)

En ese momento el villano no puede creer lo que ve, reconoce a Coral. Escuchamos música incidental.



Damián: ¡Oh  Dios mío!! ¡Coral!  ¡Tú eres…! No… no puede ser… ¡Noooooo!!!! (Horrorizado, intenta levantarse del sofá)

Coral: ¡He dicho que no te muevas! (Le pega un tiro en una pierna)

Damián: ¡AHHHHHHHHHHHH! ¡AHHHHHHHHH!!!! (Cae al piso de rodillas gritando de dolor)

Escuchamos música incidental.

Coral: ¡Eres un cerdo! ¡Un maldito perro sarnoso! ¡Igual que Ernesto y el padre de esa zorra de Alicia Méndez!

Damián: ¡AHHH!!!! (Sangrando por un muslo, vemos el quemado del disparo en el pantalón) ¿Te volviste loca o qué te pasa?  ¡AHHH!!!! 

Coral: Voy a acabar contigo maldita lacra… ¡Infeliz! ¡Desgraciadoooo!!! (Furiosa, histérica, apuntándole con la pistola)

Damián: ¡Estás loca! ¡Eres una psicópata! Así que tú fuiste quien mató a... no puedo creerlo.

Coral: Y a Ernesto, y a Gladys… ¡Y a quien haga falta!!!! ¡Vine para vengarme, para destruirte!!! Y eso es lo que voy a hacer.

Damián: Dios mío… (Horrorizado) Por eso te casaste con mi hijo, con Martín…. Para vengarte de mí. ¡Estás loca! ¡Locaaaaaaaaaaa!!! ¡AHHH! (Se lleva una mano a la herida de la pierna, sentado en el piso)

Coral: Loca me volvieron ustedes, desgraciado. Yo apenas era una niña. ¡Una niñaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! (Histérica, llorando desconsolada, le pega otro tiro en la otra pierna)

Escuchamos música incidental. Damián grita de dolor, completamente aterrorizado en el suelo.

Damián: ¡AHHHHHHHHH!!! ¡AHHHHHHH!!!! ¡Bastaaaaaaa!!! ¡AHHHHHHHH!!!!

Coral: ¡DESGRACIADOOOOOOOOO!!! ¡HIJO DE PERRA!!!! Voy a matarte te lo juro pero antes voy a torturarte para que sufras todo lo que yo sufrí. Tres hombres me violaron cuando apenas acababa de cumplir los quince años. ¡Mis quince años!!!!  ¡Me destruyeron la vidaaaa!!!! (Llorando)

Damián: ¡Estás loca!

Coral: Jamás olvidé sus caras, jamás… pero nunca pensé que volvería a encontrarlos… El día que llegué con Martín a esta casa… y descubrí que eras su padre, estuve a punto de cometer una locura… (Con ojos de fuego)

Damián: ¡Mientes! ¡Estoy seguro que todo esto lo planeaste desde un principio! ¡Sabías quién era yo y te le metiste por los ojos a mi hijo para vengarte, desgraciada!

Coral: ¡Eso no es cierto! ¡Yo a Martín lo amo, lo amoooo!!!! (Con lágrimas en los ojos)

Damián: ¿Qué clase de amor es ese? ¿Si quieres matar a su padre? ¡Estás desquiciada!

Coral: Juré que cumpliría venganza y no paré hasta destruirlos a todos… a los tres. Primero fue Alfredo… 

Damián: Dios mío… ¡Eres una asesina!

Coral: Después Ernesto…

Damián: Estás loca… (Aterrado)

Coral: A la pobre Gladys la maté porque me descubrió… fue un daño colateral.

Damián: No puedo creerlo… no puedo…

Coral: ¡Pues créelo maldito viejo bastardo! ¡Créelo! Incluso tuve que matar a Paula para que no hablara.

Damián: ¿Qué? ¿Fuiste capaz de matar a tu propia prima? Eres un monstruo…

Coral: No cariño, aquí el único monstruo que queda eres tú. Tú, viejo desgraciado, tú fuiste el primer hombre que me violó por eso te odio tanto, incluso más que a los perros de Alfredo y Ernesto.

Damián: ¡Socorroooo!!! (Gritando)

Coral: ¡Cállateeee!!! (Histérica, le apunta con la pistola de nuevo)

Damián: Martín está por venir… no tardará mucho.

Coral: Perfecto, que se entere de la clase de padre que tiene… 

Damián: Como Leo venga y te encuentre aquí te va a matar, desgraciada. ¡Te va a matar!!! (Furioso)

Coral: Jajaja. ¿Leonardito? Ay, mi amor, no lo creo… ese también pasó a mejor vida.

Damián: ¿Qué? (Horrorizado) ¿Qué le has hecho a mi hijooooooooo??? (Gritando histérico)

Coral: ¡Lo maté! ¡Lo maté, lo matéeeeeeeeeeeeee!!!! (Histérica, ríe como poseída por el diablo) Jajajaja. 

Damián: ¡No, por Dios! ¡Noooo!!!  Dime que es mentira. Dime que no mataste a mi hijo. ¡Nooooooooooo!!! (Rompe a llorar)

Coral: Era lo que  merecía ese cobarde. Ese desgraciado. Por su culpa Javier se mató en aquel accidente de coche. Por su culpa y por la tuya, viejo decrépito. Pero yo hice justicia.

Damián: Dios mío… ¡Leooo!!! ¡Noooo!!!! (Gritando, entre lágrimas)

Coral: Y ahora voy a matarte a ti, desgraciado… Pero antes… (Dejando la pistola sobre una mesa, saca un cuchillo de su bolso)

Damián: ¿Qué… qué vas a hacer? (Aterrado)

Coral: Voy a castrarte…

Damián: ¡No! ¡Noooo! ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!! (Gritando muerto de miedo, tirado en el suelo con dos tiros en las piernas)

Escuchamos música incidental, la sintonía de Diabólica. 


CARTAGENA DE INDIAS, COLOMBIA
INT. / APARTAMENTO DE EVA, SALÓN / DÍA

Lejos de allí, en la costa, Eva y su madre, doña Lucía, conversan en la sala del apartamento. Ambas hablan sobre Samuel y la llamada de teléfono que el chico le hizo recientemente a Eva desde la hacienda. Madre e hija charlan de pie junto a la ventana.



Lucía: ¿Estás segura que Samuel te dijo eso?

Eva: Necesito hablar con él pero en persona, mamá. Creo que iré a la hacienda.

Lucía: ¿Has probado a llamarle por teléfono antes?

Eva: Sí pero no me contesta… 

Lucía: Ay cariño… no sé que decir, jamás imaginé que ese chico sintiera algo por ti.

Eva: Por eso mismo quiero que me lo diga a la cara, no por teléfono.

Lucía: ¿Por qué? 

Eva: Porque…

Lucía: ¿Qué le vas a decir? ¿Samuel te gusta acaso?

Eva: Pues… pues… (Pensativa)


RISARALDA, COLOMBIA
INT. / HACIENDA SANTILLANA, SALÓN / DÍA

Coral se acerca a don Damián con un afilado cuchillo de cocina. El villano, tendido en el suelo no puede escapar pues tiene dos disparos, uno en cada pierna y está sangrando bastante. Damián grita de dolor pero está aterrorizado al ver a Coral con el cuchillo en mano. Escuchamos música incidental.



Coral: Vas a pagar muy caro lo que me hiciste, desgraciado…

Damián: ¡No! ¡No Coral, por favor, por favor, no lo hagas! ¡Noooo!!!! (Gritando asustado)

Coral: ¿Qué? ¿Ahora ya no eres tan macho eh, tan valiente? ¿Ya no eres tan hombre para abusar de niñas, verdad? ¡Desgraciado! ¡Aparte de pedófilo, eres un mal padre, mal marido, mala persona! ¡Deberías pudrirte en el infierno, maldito viejo del demonio! ¡Te odio! ¡Te odio con toda mi alma! ¡Te odioooo!!! (Con el cuchillo en la mano)

Damián: Suelta ese cuchillo, Coral, por el amor de Dios, no lo hagas… (Asustado)

Coral: Quince años… acababa de cumplir quince años… (Llorando deshecha) ¡Y me destrozaron la vidaaa!!! (Con lágrimas en los ojos e histérica)

En ese momento la villana alza el cuchillo y se dispone a clavárselo a Damián en la entrepierna cuando irrumpen en la sala Martín y Alicia. La recién estrenada pareja no puede creer lo que ve... Martín, con los ojos como platos observa a Coral junto a su padre con un gran cuchillo de cocina. Alicia grita horrorizada.



Martín: ¿Coral? (Horrorizado)

Coral: ¿Martín? (Se da la vuelta y le ve)

Alicia: ¡Dios mío!!! ¡Es ella! ¡Está vivaaaa!! ¡Vivaaaa!!! (Se abraza a Martín, muy asustada)

Martín: ¿Qué haces aquí? ¿Qué haces con ese cuchillo? (Mirando a Damián en el suelo)

Coral: Martín, mi amor… (Con lágrimas en los ojos)

Damián: ¡Ten cuidado hijo, está loca! ¡Esta mujer está loca!!! 

Coral: ¡Cállate viejo maldito, cállate!!! 

Martín: Suelta ese cuchillo, Coral… vamos a hablar… (Nervioso, tratando de calmarla)

Coral: No hay nada que hablar… 

Alicia: ¿Qué has hecho Coral? ¿Te volviste loca?

Coral: ¡Tú te callas zorra de cuarta! ¡Y suelta a mi marido!!! 

Martín: Coral por favor… tira ese cuchillo, deja a mi papá en paz, por favor… (Asustado)

Alicia: Hay que avisar a la policía…

Coral: ¡Aquí nadie va a avisar a nadie!!! (Furiosa) Vine para hacer justicia. ¡Justicia!!! 

Martín: ¿De qué justicia hablas, Coral? Estás mal… ¿Qué es esto? ¿Qué estás haciendo?

Coral: ¿Aún no lo sabes? Que te lo cuente tu adorado padre. Vamos Damián, cuéntale a Martín la verdad.

Martín: ¿De que verdad habla Coral, papá?

Damián: Martín, hijo… no la hagas caso, por favor, está mujer esta desequilibrada, está enferma.

Coral: ¡El enfermo es otro, desgraciado! ¡Aquí donde le ven a don Damián Santillana, es un pedófilo, un violador!!

Martín: ¿Quéee? (Alucinado)

Damián: ¡Está mintiendo, está loca!!!

Coral: ¡No estoy loca!!!  Cuando yo tenía quince años tres hombres abusaron de mí, uno de ellos era tu padre, Martín.

Martín: Dios mío… (Alucinado, se lleva las manos a la cabeza)

Alicia: Ay por favor… ¿Pero qué estás diciendo?

Coral: El otro fue tu papá, Alicia… Alfredo. 

Alicia: ¿Quée? (Alucinada)

Coral: Y el tercero fue Ernesto… tu nuevo abogado, Martín.

Martín: Dios mío….

Damián: ¡Esta tipa está loca, Martín! ¡Loca! Ella mató a Ernesto, a mató a Alfredo, a Gladys… ¡A Leo también lo ha matadooo!!! (Gritando, aterrado)

Martín: No puedo creerlo… no… no es posible… (Se le saltan las lágrimas) ¿Pero con quién me casé? (Alucinado)

Alicia: Coral está enferma… ¡Eres una psicópata!!!! ¡Una desequilibrada!!! 

Coral: ¡Cállate ramera, cállate! ¡Que hasta que no te le metiste a mi marido por los ojos no has parado!

Alicia: ¡Martín y yo nos amamos, te guste o no! ¡Además tu le engañaste! Le fuiste infiel. ¿O ya no lo recuerdas?

Coral: Eso no es no asunto tuyo. Eso es cosa entre mi marido y yo. Tú sobras acá Alicia e igual que maté a seis personas…

Martín: ¿Seis?

Damián: Mató a Paula, a su prima también.

Alicia: Dios mío… (Horrorizada)

Coral: Y a Silvia… por entrometida y traidora, así que como ven… ya lo mismo me da matar ocho que ochenta. (Sonríe totalmente enferma)

Martín: ¿Mataste a Silvia? ¿La de la boda? No puede ser… (Asustado)

Coral: Así que ya me da igual caiga quien caiga… 

Alicia: ¿Pero tú te estás oyendo, Coral? Has matado a… a seis personas. ¡Eres una psicópata! ¡Una asesina!! (Gritando histérica)

Coral: ¡Cierra la boca Alicia si no quieres ser la séptima!

Martín: Coral por favor… no sigas con esto, por favor… Es una locura. ¿Pero qué te hizo toda esa gente para que…?

Coral: Gladys y Paula querían arruinar mis planes. Silvia echó por la borda nuestra fiesta de matrimonio… Ernesto y Alfredo eran unos desgraciados que merecían la muerte por su abuso y Leo debía pagar por la muerte de Javie… pero falta todavía Damián.


Martín: ¡No Coral, no lo hagas! (Se acerca a ella)

Coral: ¡Atrás, Martín! (Amenazándole con el cuchillo en mano) ¡Atrás! 

Damián: Martín, hijo… esta mujer está loca, quiere matarme. ¡Quiere castrarme!

Coral: Tu padre tiene que pagar por todo el daño que me hizo, él fue el primero de los tres que abusaron de mí. ¡Pero hoy va a recibir su castigo!! 

La villana alza el cuchillo para matar a don Damián, escuchamos música incidental. 

Martín: ¡Nooo! ¡No Coral! ¡Nooooooooooooo!!!! (Gritando histérico)

En ese momento Alicia ve la pistola de Coral sobre la mesa y corre a por ella.  La joven se lanza a por el arma y consigue apuntar a Coral.

Alicia: ¡Suelta eso desgraciada! ¡Suelta ese cuchillo!!!!

Coral: ¿Qué demonios? (La ve con la pistola) Jajajaja. Ay querida… que tonta eres. Acabas de dejar tus huellas en la pistola con la que disparé a este vejestorio. (Sonríe)

Alicia: ¿Qué? (Preocupada)

Coral: Dos tiros… ¿Ves sus piernecitas? Te van a culpar a ti, mi amor… (Sonríe astuta)

Martín: ¡Ya basta Coral! Deja ese cuchillo.

Coral: ¿Quieres que deje el cuchillo?

Martín: Quiero que sueltes a mi padre, déjalo… no le hagas más daño, por favor. Sé que lo que te hizo no estuvo bien… lo que te hicieron los tres fue un crimen pero… así no vas a lograr nada. 

Alicia: Martín tiene razón, Coral. Ríndete… (Apuntándola con la pistola)

Coral: ¡Jamás!!! ¡Antes muerta!!! 

Martín: Coral por favor… recapacita…

Coral: Está bien… no mataré a Damián pero quiero algo a cambio.

Martín: Lo que tu quieras… ¿Dinero? Lo que sea, la hacienda… lo que tú quieras. (Preocupado y nervioso)

Coral: Te quiero a ti, Martín.

Alicia: ¿Quéee? 

Coral: ¡Cállate Alicia!

Alicia: No Martín, por favor no lo hagas, no vayas con ella.

Coral: O Martín vuelve conmigo y nos fugamos los dos del país juntos o les juro que mato a Damián. ¿Está claro?

Martín: Coral… no me hagas esto… por favor. (Nervioso)

Coral: ¡Dime que volverás conmigo, dímelo!!!! (Histérica, a punto de clavarle el cuchillo al viejo, tendido en el suelo)

Alicia: ¡Suelta el cuchilloooo o disparooo!

Coral: ¡Martín!! ¡Estoy esperando! Tú eliges, o tu padre… o yo…

Alicia: No lo hagas, Martín, no cedas a su chantaje, mi amor.

Coral: ¿Mi amor?  ¿Qué ya te hizo el favorcito mi esposo, zorra?

Alicia: Martín me ama, Coral, me ama y me lo ha demostrado. Jamás va a regresar contigo y mucho menos después de saber todo esto.

Martín: Está bien Coral, tú ganas… (Resignado)

Alicia: ¿Quéee? (Alucinada)

Coral: Ok… sabía que… 

Pero en ese momento en que la villana se dispone a alejarse de don Damián, el viejo la toma de una pierna y la hace caer al suelo. Escuchamos música incidental.

Martín: ¡No papá!! ¡Nooo!!!

Damián: ¡No voy a permitir que esta loca te arruine la vida, hijo! 

Coral: ¡Suéltame viejo asquerosooo!!!

En ese instante la villana se revuelve y le clava el cuchillo en el pecho a don Damián. El padre de Martín muere en el acto de una certera cuchillada en el corazón. 

Martín: ¡Noooo! ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!

Justo en el mismo momento Alicia le dispara a Coral en un brazo. La villana grita de dolor, escuchamos música incidental. Don Damián yace en el suelo en medio de un gran charco de sangre, ya sin vida. Martín, con lágrimas en los ojos quiere acercarse a su padre pero Coral no les deja. La villana, con una herida en el brazo izquierdo les amenaza con el cuchillo. Alicia sigue apuntándole con la pistola a la pelirroja.

Alicia: ¡Suelta ese cuchillo, desgraciada, asesina! ¡Suéltaloooooo!!! (Furiosa, con el arma en mano)

Martín: ¡Nooo, noooo!! ¡Papáaaaaaaaaa!!! (Llorando, desgarradoramente)

Escuchamos música incidental. 

Coral: Damián se lo buscó… ¡Ahora ven conmigo Martín! ¡Vamos!!! 

Alicia: ¡No Martín, mi amor, no la hagas caso, es una asesina!!! ¡No vayas con ella!!!

Martín: Coral… (Llorando)

Coral: Pero antes…

Escuchamos música incidental, la villana se dispone a lanzarle el cuchillo a Alicia, pero la joven veterinaria reacciona en cuestión de segundos al ataque. Aunque ya es demasiado tarde, Coral ha lanzado ya el arma blanca. Martín trata de apartar a Alicia de un empujón para salvarla del cuchillo, pero Alicia le pega un tiro a Coral en el pecho con la pistola. La villana cae al piso fulminada. Pero escuchamos un grito estremecedor. 

Martín: ¡AHHHHHHHHHHHHH!!!! ¡AHHHHHHHHHHHHHH!!!!

Alicia: ¡Martín, Martínnnnnnnnnnnnnnnnn!!!!! (Gritando muy asustada)

El cuchillo le ha rozado a Martín un brazo, haciéndole un grave corte, el chico comienza a sangrar abundantemente…

Martín: ¡AHHHHH!!!

Alicia tira la pistola al suelo y toma un paño de una mesa para hacerle un torniquete a su novio en el brazo.

Alicia: Tranquilo, mi amor… tranquilo… (Nerviosa)

Martín: ¡AHHH!!!

Alicia: Todo va a estar bien, mi amor, te vas a poner bien… (Llorando)

En la sala, en el piso vemos dos cadáveres. Ambos en sendos charcos de sangre, Damián, asesinado por Coral con el cuchillo, y Coral, muerta por el disparo de Alicia.

Martín: Creo que me estoy mareando, Alicia… 

La joven le sujeta del otro brazo y trata de sentarlo en una silla.

Alicia: Martín, mírame a los ojos… mi amor… Te vas a poner bien, te lo juro. (Preocupada, con lágrimas en los ojos)

Martín: Te quiero… (Con una mano sobre la herida del otro brazo, con cara de dolor)

Alicia: Y yo a ti, mi amor… (Se besan)






MESES DESPUÉS…


RISARALDA, COLOMBIA


INT. / IGLESIA DEL PUEBLO / DÍA


Martín y Alicia se dan el sí quiero, ante decenas de invitados. Nuestra pareja protagonista, ambos vestidos de novios, se miran y sonríen…



Alicia: Te amo… (Sonríe dulce)

Martín: Y yo a ti, mi amor… (Sonríe)

Cura: Puede besar a la novia. (Sonríe)

En ese instante Martín y Alicia se funden en un tierno y apasionado beso, ante los aplausos de todos los asistentes. Vemos a Lucía, la madre de Martín, así como a su hermana Eva. También están Tamara y Ángel, madre y hermano de Alicia respectivamente. Y finalmente vemos a Samuel, el mejor amigo de Martín. Todos muy sonrientes. Al fin Alicia y Martín están juntos.



A la salida de la iglesia y al grito popular de “vivan los novios”, amigos y familiares lanzan pétalos de rosas blancas sobre los recién casados… Alicia se dispone a tirar el ramo… Varias jóvenes se colocan todas en grupo para probar suerte. Alicia lo lanza y es a Eva a quién le cae el bonito ramo de rosas rojas. La hermana de Martín no se lo puede creer. Samuel se acerca a ella y…

Samuel: ¿Quieres casarte conmigo? (Sonríe)

Eva: ¡Claro que sí, tonto! (Se besan)

Escuchamos música, violines. Mientras tanto Alicia y Martín también se besan junto a las puertas de la iglesia, ambos muy felices y sonrientes. 

Alicia: Te amo Martín. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, mi amor. (Sonríe dulce)

Martín: No podría vivir sin ti, Alicia. Te quiero… (Se besan) Te amo, te amo, te amo… (Se besan más y más)

Escuchamos música, los primeros acordes de violines del tema “Por amarte” de Pepe Aguilar. Todos los invitados rodean a los novios, mientras Alicia y Martin se besan sin importarles nada ni nadie. En ese momento una resplandeciente luz blanca aparece sobre la torre de la iglesia y vemos a Javier,  el fallecido hermano de Martín quien sonríe viendo a a la pareja. Y es Javier quien dice las últimas palabras de esta romántica y a la vez dramática historia mirando a los espectadores de “Diabólica”.



Javier: Abre tu corazón… (Sonríe)

En ese instante Javier chasquea los dedos, se desvanece y sobre el cielo vemos dibujadas las letras que forman la palabra…

FIN




domingo, 7 de junio de 2015

Capítulo 10





DIABÓLICA
CAPÍTULO 10: AMOR DEL BUENO




AL DÍA SIGUIENTE
RISARALDA, COLOMBIA
PUEBLO
EXT. / PLAZA DEL PUEBLO / DÍA

De mañana temprano, Alicia está ya esperando en la plaza al autobús que la llevará a Pereira y de allí a Cali, donde piensa irse a vivir a partir de ahora con su madre Tamara y su hermano Ángel. La joven, con algunas maletas espera de pie, en compañía de otros ciudadanos del pueblo que también aguardan para viajar a la capital del departamento de Risaralda. El autobús finalmente llega a la plaza y la gente comienza a subir… pero en ese momento aparece Martín, quién, nervioso, llega a la carrera llamando a Alicia a voces desde lejos.



Martín: ¡Alicia! ¡Alicia! ¡Espera!! ¡Por favor, necesito hablar contigo!

Alicia: ¿Martín? (Extrañada)

El chico llega finalmente junto a ella, calmando la respiración…

Martín: Alicia… pensé que no llegaba… (Sudando por la carrera)

Alicia: ¿Qué pasa Martín? ¿Ocurrió algo en tu casa? (Preocupada)

Martín: No… no, no pasó nada, no te preocupes, no es eso… vine porque, porque… (Nervioso)

Alicia: ¿Qué ocurre Martín? Creo que anoche ambos fuimos muy claros con nuestros sentimientos y quedamos en que era lo mejor… Yo me voy para Cali con mi familia y no nos volveremos a ver.

Martín: Precisamente por eso estoy aquí, porque no quiero que te vayas. No puedes irte así.

Alicia: ¿Quéee? ¿De qué estás hablando? (Sin entender)

Martín: Escúchame Alicia, si te vas me voy a sentir muy solo aquí… no te vayas, por favor…

Alicia: Martín… (Triste, con cara de pena)

Martín: Por favor, no te vayas… ¿Qué voy a hacer sin ti? (Triste, sus azules ojos se tornan vidriosos)

Alicia: ¿Por qué me haces esto? Tú sabes que… tú sabes lo que yo siento… no podría verte todos los días como si fuera una simple amiga. ¿Es que no lo entiendes? Necesito poner distancia para…

Martín: Para olvidarte de mí… (Triste)

Alicia: Sí… (Se le saltan las lágrimas)

Martín: ¿Eso es lo que quieres? ¿Quieres olvidarte de mí? ¿De verdad?

Alicia: ¿Tú qué crees? (Rompe a llorar)

Martín: No llores Alicia, por favor, no quiero verte llorar.

Alicia: ¿Y qué quieres que haga? No puedo estar cerca de ti, no puedo, me hace daño…

Martín: Pero yo no quiero que te vayas, no me dejes, ahora no… en todo este tiempo que nos conocemos me he dado cuenta de lo que me importas, de que sin ti me siento vacío… Sé que no supe manejar las cosas desde el principio pero… pero…

Alicia: ¿Qué es lo que quieres decirme, Martín? Mi autobús está a punto de salir, tengo que marcharme.

Martín: No… tú no te vas a ir a ninguna parte sin antes saber… saber... (Nervioso)

Alicia: ¿Saber qué?

Martín: ¡Esto!

En ese momento el chico se lanza a besarla, Martín toma a Alicia de la cintura y ambos se funden en un romántico y apasionado beso, escuchamos música… Nuestra pareja protagónica se besa delante de la gente sin importarles nada ni nadie. Martín se adueña de sus labios en besos cada vez más y más intensos hasta que…

Martín: ¿Qué más pruebas necesitas para saber qué me importas? ¡Que te quiero!

Alicia: Repite eso… (Sonríe)

Martín: Que… que repita… ¿Qué repita qué?

Alicia: ¡Lo último que dijiste, tonto! (Se le salta la risa)

Martín: ¡Que te quiero! ¡Que me importas! ¡Que no quiero que te vayas, no quiero que me dejes, porque no podría vivir sin ti!

Alicia: Martín… (Llorando de emoción)

Martín: Estaba negado a sentir… a… a enamorarme de nuevo, pero… cuando anoche me dijiste que te marchabas del pueblo, no pude dormir, he estado toda la noche en vela pensando cómo decirte, qué hacer para que no te fueras…

Alicia: ¿De verdad sientes eso por mí?

Martín: Sí… (Sonríe tierno)

Alicia: Martín… (Sonríe dulce)

Martín: Te quiero, no te vayas… por favor. (Sonríe)

En ese momento el conductor del autobús le habla a Alicia.

Hombre: Señorita… Vamos a salir. ¿Se va o se queda?

Martín: Tú decides… (Mirando a Alicia)

Durante unos segundos la joven duda sobre qué hacer hasta que finalmente…

Alicia: ¡Me quedo!

Martín: ¿En serio? (Sonríe ilusionado)

Alicia: ¡Síii!! ¡Me quedaré contigo!!! ¡No podría estar lejos de ti, Martín!!! (Sonríe feliz)

Martín: ¡Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quierooooooooo!!!! (Se abrazan)

Nuestro protagonista la toma en brazos levantándola del suelo y dando vueltas alrededor con ella en volandas. Alicia se ríe.

Alicia: ¡Jajaja, Martínnnn!!!! ¡Que me vas a caer!!! ¡Jajajajaa!!

Martín: ¡Te quierooo!!! (Se besan)


EXT. / CARRETERA A PEREIRA / DÍA

Leonardo y Ernesto viajan en el coche del villano, un bonito todoterreno de color negro, rumbo a Pereira. Ambos van conversando dentro del auto, cuando de repente ven un coche rojo parado al borde de la carretera y echando humo por el capó. Leonardo se dispone a detener el vehículo y ver qué ocurre. Junto al coche “accidentado” se encuentra una mujer rubia de espaldas. Leonardo y Ernesto bajan de su auto y se le acercan.







Leonardo: ¡Buenos días señorita! ¿Algún problema con el carro?

En ese instante la misteriosa mujer se da la vuelta de forma repentina, escuchamos la sintonía de Diabólica. Es Coral, con su nueva imagen y falso nombre, Isabel. La villana sonríe falsa, muy sensual. Tanto Ernesto como Leonardo la miran de arriba abajo… No la reconocen, ni siquiera Leonardo es capaz de dar con que esa desconocida sea su cuñada Coral.

Coral: Hola…

Ernesto: ¿Quiere que le echemos una mano?

Coral: Muchas gracias pero acabo de avisar a la grúa… (Miente)

La villana reconoce enseguida a Ernesto y a su mente vienen recuerdos de su adolescencia cuando fue violada por don Damián, Alfredo y Ernesto. En ese instante Coral habla consigo misma en voz muy, muy baja.

Coral: Vaya… vaya… qué pequeño es el mundo… (Sonríe falsa) Esto no podría estar saliendo mejor…

Leonardo: ¿Decía algo señorita?

Coral: Nada, que me vienen como ángeles caídos del cielo, de verdad… Llevo un ahora esperando y nada que pasa ningún carro.

Ernesto: Esta región está muy aislada de la capital, hay poco tránsito de vehículos a esta hora, además.

Leonardo: ¿Quiere que le eche un vistazo a su coche, señorita?

Coral: Isabel, Isabel Ferrer… (Sonríe coqueta)

Ernesto: Encantado de conocerla, Isabel. (Sonríe seductor)

Leonardo: Lo mismo digo, siempre es un placer ayudar a una dama en apuros… (Sonríe)

El villano comienza a inspeccionar el motor del coche y…

Leonardo: Creo que es cosa del radiador… ¡Ernesto podrías traerme una garrafa de agua del maletero de mi carro, por favor!

Ernesto: Enseguida, Leonardo…

Coral: Espere, yo le ayudo…

Mientras Leonardo sigue revisando el motor del coche de Coral/Isabel, la villana va tras Ernesto hacia el coche de Leo. El abogado abre el maletero y se dispone a coger la garrafa de agua cuando…

Coral: ¿Te gustaría pasarla bien cariño…? (Sonríe con vanidad)

Ernesto: ¿Qué? (Extrañado)

Coral: Ay no te hagas, mi amor… he visto como me mirabas… bueno tú y tu amiguito… ¿Sabes? Podríamos divertirnos mucho los tres juntos… (Le guiña el ojo con coquetería)

Ernesto: ¡Señorita! (Avergonzado) ¿Está hablando en serio?

Coral: Por supuesto, guapo… por supuesto… pocos días se encuentra una un par de hombretones como ustedes dos y tan serviciales…

Ernesto: Bueno… este…

Coral: ¿Qué te parecería hacer un trío? (Sonríe)

Ernesto: ¿Un trío? (Extrañado)

Coral: Claro… además yo sé que a ti te gusta hacer las cosas entre tres…

Ernesto: No entiendo… ¿Nos conocemos?

Coral: ¿Ya no te acuerdas de mí, verdad? Ernesto…

Ernesto: No… ¿Quién eres? ¿Te conozco dices?

Coral: Hace muchos años tres hombres abusaron de una jovencita… su nombre era Coral. (Sonríe)

Ernesto: ¡No puede ser! (Horrorizado)

Coral: Uno de ellos ya murió… Alfredito, él fue el primero, pobre… dicen que le apuñalaron salvajemente…

Ernesto: ¡Dios mío!!! ¡Leoooooooooo!!!!! (Asustado)

Coral: ¡Y hoy va a morir el segundo!!!!

En ese momento la villana agarra una llave inglesa del maletero del coche y la sacude en la cabeza a Ernesto varias veces, moliéndole el cráneo a golpes. Escuchamos música incidental, el soundtrack de Diabólica. Coral comete un nuevo y macabro crimen. La villana se ensaña con su víctima y le rompe la cabeza a golpes, como toda una psicópata sedienta de venganza. La villana tira la ensangrentada llave inglesa sobre la hierba junto a la carretera. Coral se arregla el cabello.

Coral: Desgraciado… ¡Hijo de perra!! ¡Bastardo!!!!  Ojalá te pudras en el infierno igual que el cerdo de Alfredo Méndez…

Pero Coral es interrumpida por la voz de Leonardo, quien la llama desde el otro coche, unos metros más adelante.

Leonardo: ¡Señorita! ¡Isabel!!! ¡Ernesto!!! ¿Encontraron ya el agua?

Coral: Sí, mi amor… ahorita mismo te la llevo… (Tomando la garrafa, va con ella)

Cuando la villana le entrega la garrafa de agua a Leonardo, éste se extraña de no ver a Ernesto.

Leonardo: ¿Dónde está Ernesto?

Coral: Está… está buscando no sé qué en el maletero del carro, dice que ahora viene.

Leonardo: Ahm….

El villano consigue arreglar el radiador del coche y finalmente baja el capó. Coral le pregunta.

Coral: ¿Ya está? ¿Eso era todo?

Leonardo: Todo listo… (Sonríe coqueto)

Coral: Ay, muchísimas gracias…

Leonardo: Leo, puedes llamarme Leo, preciosa.

Coral: Qué amable, Leo… Ya no quedan hombres como usted en el mundo. No sé que habría hecho si no llegan a aparecer en esta solitaria carretera rural.

Leonardo: ¿Hacia dónde se dirige?

Coral: ¿No te comenté? Ay que tonta… voy a la hacienda Santillana.

Leonardo: ¿A la hacienda Santillana? ¿En serio?

Coral: ¿Por qué? ¿La conoce?

Leonardo: Claro que la conozco, esa hacienda es mía y de mi familia.

Coral: ¿En serio? Qué pequeño es el mundo entonces.

Leonardo: Si quiere la podemos acompañar… Ernesto y yo íbamos a Pereira pero…

Coral: No pasa nada, me sé el camino… No quiero dar molestias. (Tomando su bolso del coche, cierra la puerta)

Leonardo: No es ninguna molestia, en serio… puedo… (Dándole la espalda)

Pero en ese instante la villana saca de su bolso una jeringuilla con un liquido azul y sin que Leonardo la vea, Coral le clava la jeringuilla en el cuello con fuerza.

Coral: ¡Esto para que aprendas a respetar a las mujeres, desgraciado!!! (Clavándola más)

Leonardo: ¡AHHHHHHHHH!!!!! ¡AHHHHHHHHHH!!!!

Coral: ¿Qué? ¿Creías que estaba muerta, verdad? Eso es lo que todos pensaban… pero aquí estoy más viva que nunca, maldito perro sarnoso.

Mientras, Leonardo comienza a marearse, todo le da vueltas… la ve doble incluso….

Leonardo: ¿Qué me has hecho? ¿Qui… quien demonios eres?

Coral: La peor pesadilla de la familia Santillana. ¿Ya te olvidaste de mí, querido?

Leonardo: ¿Qué… qué dices? (Mareado)

Coral: Qué mala memoria tienes… soy yo… Coral. (Sonríe con maldad y burlándose)

Leonardo: ¿Quéee? (Alucinado)

Coral: Sí cariño… soy yo… he vuelto y voy hacer lo que debí haber hecho hace tiempo. (Sonríe y se quita la peluca)

El villano no puede creer lo que ve, Coral está viva, con otra imagen. La villana se quita las lentillas verdes de los ojos. Leonardo, horrorizado, termina perdiendo el conocimiento y cae al suelo…

Coral: Jajaja. Adiós Leo… ¡Nos vemos en el infierno!!! ¡JAJAJAJAJAJJAJAJAJA!!!!

Escuchamos la sintonía de Diabólica, mientras Coral vuelve a colocarse su peluca rubia. La macabra risa de la villana se escucha en la distancia entre los árboles… Coral ha vuelto más sanguinaria que nunca.


PUEBLO
INT. / CASA DE ALICIA, DORMITORIO / DÍA

Martín y Alicia acaban de hacer el amor, ambos, desnudos entre las sábanas, se abrazan. Alicia besa su pecho y le acaricia con su mano derecha. Martín sonríe.



Alicia: Te quiero Martín. (Sonríe dulce)

Martín: Y yo a ti… (Sonríe, se besan)

Alicia: ¿Crees que hicimos mal?

Martín: No… ¿Por qué? Somos adultos, ambos lo deseábamos.

Alicia: ¿Sabes? Pensé que ya no te volvería a ver nunca más… (Triste)

Martín: ¿En serio te ibas a ir a Cali?

Alicia: Sí… ahora no sé que le voy a decir a mi mamá y a mi hermano.

Martín: La verdad… que estás conmigo. (Sonríe tierno)

Alicia: Te quiero mucho Martín… prométeme que nunca me vas a dejar.

Martín: Te lo prometo, Alicia. (Se besan)

Alicia: ¿Pero y si aparece Coral?

Martín: No te preocupes por Coral… mi abogado me dijo que… que Coral se suicidó.

Alicia: ¿Quéee? (Se sienta en la cama, él también)

Martín: Lo que oyes… al parecer se fugó a Brasil y allí se suicidó. Estaba mal de la cabeza, tú tenías razón.

Alicia: Dios mío… no puedo creerlo.

Martín: Pero no hablemos de ella, por favor… ahora sólo me importas tú, Alicia.

Alicia: Y tú a mí. (Sonríe)

Martín: Te quiero… no podría vivir sin ti. No quería sufrir de nuevo pero… el temor a perderte me hizo recapacitar. Sabía que nunca iba a conocer a una mujer tan especial como tú.

Alicia: Te amo. (Se besan)

Martín: Y yo a ti. (Sonríe tierno)


CARTAGENA DE INDIAS
INT. / APARTAMENTO DE EVA, SALÓN / DÍA

Eva, la hermana de Martín, está hablando por teléfono con Samuel, quién está en la hacienda Santillana, en el campo, con su teléfono móvil.



Samuel: Necesito hablar contigo, Eva… por favor no me cuelgues.

Eva: ¿Qué quieres, Samuel? Tengo que irme a trabajar… además mi mamá salió y…

Samuel: Es importante…

Eva: Bueno entonces tú dirás…

Samuel: Hay algo que llevo tiempo queriendo decirte, pero nunca me atreví. Iba a haberlo hecho una vez pero Paula nos interrumpió.

Eva: No entiendo nada, la verdad, como no te expliques mejor…

Samuel: Es que… es que es algo que no sé si debamos hablar por teléfono.

Eva: ¿Y por qué no me lo has dicho en persona cuando fui a la boda de Martín a la finca?

Samuel: Es que… es que… (Temeroso)

Eva: ¿Qué pasa Samuel? No tengo todo el día… mira la hora que es.

Samuel: Me gustas, Eva. Estoy… estoy enamorado de ti. (Tímido)

Eva: ¿Quéee?

Samuel: No digas nada, por favor… no digas nada.

Eva: ¿Qué dijiste, Samuel?

Samuel: Olvídalo… por favor, no me hagas caso, no debí decirte nada… lo siento, lo siento. (Colgando el teléfono, muy avergonzado y arrepentido)

Eva: ¿Samuel? ¿Samuel? ¿Aló? (Extrañada)


INT. / HACIENDA SANTILLANA, SALÓN / DÍA

Don Damián está tomándose un café sentado en una butaca de la sala cuando tocan al timbre. El villano grita al servicio.



Damián: ¡Pero es que nadie va a abrir esa puerta!! ¿Dónde está la criada? ¡Fabianaaaaaaaaaaaaa!!!!! Maldita sea… que gente más inepta… (Se levanta de la butaca, dejando la taza en una mesa) ¿Quién será a esta hora? Seguro es Martín que ya vino del pueblo…

En ese momento el villano abre la puerta, escuchamos música incidental. En primer plano vemos a nada más y nada menos que Coral. La villana, con su nueva imagen como Isabel (rubia y de ojos verdes) está irreconocible. Damián no se imagina a quién tiene delante.



Coral: Buenos días… ¿Es esta la hacienda Santillana, cierto? (Sonríe vanidosa)

Damián: Así es… ¿Y usted es? (Mirándola de arriba abajo)

La mirada y gesto de Coral se transforman, la villana muestra su cara más diabólica, nunca mejor dicho y le agarra del cuello empujándolo hacia dentro de la casa.

Damián: Agggg!!! Agggg!!!!

Coral: ¡Voy a acabar contigo, maldito viejo bastardo!!!! ¡Vas a pagar por todo el daño que me hiciste, tú y los desgraciados de Alfredo y Ernesto!!!! ¡Te voy a matar maldito infeliz!!!! Pero antes te voy a castrar, desgraciado.

Damián, totalmente aterrado, no entiende nada de lo que ocurre pero Coral viene dispuesta a todo para terminar su venganza. La villana le aprieta del cuello, tratando de dejarlo sin aire. Don Damián trata de zafarse de ella, agarrándola de los brazos, intentando liberarse, pero Coral, poseída por una fuerza sobrenatural sigue su cometido, tratar de ahogarlo con sus propias manos. ¿Lo conseguirá? ¿Logrará Coral matar a Damián finalmente? ¿O será ella quien muera? Escuchamos el soundtrack de Diabólica. No te pierdas el último capítulo muy pronto.

CONTINUARÁ…

miércoles, 27 de mayo de 2015

Capítulo 9





DIABÓLICA
CAPÍTULO 9: VERDE ESMERALDA





RISARALDA, COLOMBIA
PUEBLO
INT. / CASA DE PAULA, SALÓN / NOCHE

Coral le ha contado a su prima Paula lo ocurrido con Alfredo, la rubia no da crédito a lo que acaba de escuchar.



Paula: ¿Pero qué estás diciendo, Coral? (Horrorizada) ¿Te volviste loca? ¿Cómo que mataste al padre Alicia? ¡Dios mío!!! (Asustada)

Coral: ¡Cállate! ¡Cállate! Tuve que hacerlo, ese desgraciado me las debía… y no lo iba a dejar con vida. Deja que te explique.

Paula: ¿Pero de qué estás hablando? ¿Has matado a ese hombre sólo para que no te divorcie de Martín? Definitivamente perdiste la cabeza… (Nerviosa)

Coral: ¡No fue por eso! ¡Tú no sabes quien era ese maldito perro sarnoso!!! Alfredo Méndez fue uno de los tres hombres que me violaron, Paula. ¡Alfredo me violó cuando tenía quince años!

Paula: ¿Quéee? (Alucinada, escuchamos música incidental)

Coral: Lo que oyes, él y el desgraciado de Damián Santillana fueron dos de ellos por eso les odio tanto… Pero ya eliminé al primero… ahora toca el turno de acabar con ese maldito viejo del demonio y te juro por Dios que si el veneno no funcionó voy a pensar un plan mejor…

Paula: Dios mío Coral… ¿Te estás oyendo? ¡Te estás convirtiendo en una criminal! Pensé que sólo hacías esto con por la plata de ese viejo pero…

Coral: ¡Cállate! Tú ahora eres mi cómplice en todo esto… y me tienes que ayudar…

Paula: ¡Ni hablar! No pienso ocultar un crimen… Ahora mismo voy a llamar a la policía. Me dijiste que ibas a vengarte de Damián y yo pensé que sólo querías quitarle la hacienda no empezar a matar gente como si fueras una asesina en serie. ¡ESTAS LOCA! ¡LOCAAAA!!! (Tomando el teléfono de una mesita)

Coral: ¡Tú no vas a llamar a nadie! (Se lo quita) ¡Tú estás conmigo en todo esto y lo sabes! Quedamos en repartirnos el dinero de Damián Santillana. ¿Ya has olvidado lo que te hizo el bastardo de Leo? ¿Eh?

Paula: Yo no soy una asesina… Ahora mismo me voy a la comisaría del pueblo a…

Coral: ¡Tú no te vas a ninguna parte, desgraciada! ¡No me vas a traicionar ahora Paula! ¡Antes te mato te lo juro!!! (Amenazante, tomando un atizador de la chimenea)

Paula: ¡Coral, no!!  ¡No por favor, no… noooooo!!!

En ese momento, la villana, fuera de sí y en un ataque de bipolaridad extrema sacude a su prima con el atizador en la cabeza. Paula grita de dolor pero Coral la vuelve a golpear son saña, varias veces hasta matarla en una escena terrorífica y sobrecogedora mientras escuchamos la sintonía de “Diabólica”. Finalmente el cuerpo sin vida de Paula yace sobre el piso de la sala, con la cabeza destrozada envuelta en sangre. Coral lanza el atizador al suelo y se aparta el cabello de la cara.

Coral: Te dije que no ibas a destruir mis planes, Paula, te lo dije… ¡Yo no quería hacerlo! ¡No queríaaaaa!!!! (Rompe a llorar histérica, muy nerviosa) ¡Tú me obligaste, fue culpa tuya, estúpida! ¡Que eres una estúpidaaaaaa!!! ¡AHHHHH!!!!! (Con lágrimas en los ojos)

Acto seguido la villana prepara su huida… Coral va hacia el garaje y toma un bidón de gasolina. Nuestra protagonista empieza a empapar de combustible los muebles de la sala, las cortinas… todo… Coral toma un mechero de la cocina.

Coral: Ahora… acabemos con esto…  tengo que largarme de este pueblo antes de que me descubran.

La villana lanza el mechero encendido contra las cortinas de la ventana. Las llamas comienzan a cobrar pasto de toda la estancia. Coral escapa a toda prisa, saliendo de la casa por la puerta de atrás y subiendo al coche de la difunta Paula. Presa de los nervios y la angustia, nuestra protagonista consigue escapar del pueblo a toda prisa. Los vecinos se dan cuenta del incendio en casa de Paula. La gente empieza a gritar para pedir ayuda y avisar a los bomberos de la capital. Escuchamos música incidental.


INT. / HACIENDA SANTILLANA, SALÓN / NOCHE

Toda la familia Santillana conversa en la sala, acaban de enterarse de la muerte de Alfredo de boca de Eva.



Martín: ¿Qué dices Eva? ¿Cómo así que Alfredo está muerto? Dios mío…  (Alucinando)

Damián: Esto no puede ser… ¿Quién pudo cometer semejante atrocidad, hija, quién?

Eva: La policía está interrogando a Alicia, me costó mucho que me dejaran venir a la hacienda.

Martín: ¿Y Alicia, como está?

Leonardo: Esto no me huele nada bien… pero que nada bien. Aquí hay gato encerrado.

Eva: Lo mismo estoy pensando yo, Leonardo, y eso no es todo. Todavía hay algo más que no les he dicho.

Lucía: ¿Pero que aún hay más, Eva?

Eva: La casa de Paula estaba en llamas cuando me vine para la hacienda en mi auto, los bomberos estaban tratando de sofocar el incendio.

Martín: ¡Dios mío! ¡Esto no puede estar pasando!

Eva: Alguien vio salir a Coral de la casa en el coche de Paula… Comienzo a pensar que esa mujer está detrás de ambos crímenes.

Lucia: ¿Quieres decir que Paula también ha muerto?

Damián: Ay por favor… esto parece increíble… ¿Pero como pueden pensar que Coral sea una asesina, perdieron la cabeza ustedes o que demonios les pasa?

Leonardo: De esa mujer se puede esperar cualquier cosa ya papá. Seguramente mató a Alfredo para que no llevara a cabo el divorcio de Martín.

Martín: No… no es posible. Coral jamás haría algo así… no puede ser… No. Ella no mataría a nadie. ¡No! (Asustado y preocupado)

Eva: Les digo que la gente del pueblo está asociando la muerte de Alfredo con el incendio en casa de Paula.

Lucía:  Ay Dios mío… qué horror.

Eva: Sí, mamá, Paula estaba en la casa, encontraron su cuerpo calcinado. Como les conté, un vecino vio a Coral escapar en el coche de su prima poco después de comenzar las llamas.

Leonardo: Esa mujer es muy peligrosa… temo que vuelva a actuar y esta vez en nuestra contra.

Damián: ¿Estás hablando en serio, Leo?

Leonardo: Muy en serio. Voy a hablar con Samuel para organizar a los peones, necesitamos vigilancia las 24 horas en la hacienda, que nadie salga solo de la casa bajo ningún concepto.

Martín: Yo voy a ver a Alicia… Necesito hablar con ella.

Eva: Te acompaño, ven, vamos en mi coche. Imagino la policía ya se habrá marchado.

Martín: No puedo creer que Coral esté detrás de esos crímenes, no puedo creerlo…

Eva: Martín, yo tampoco lo creía pero empiezo a pensar que esa mujer no está bien de la cabeza. Seguramente está cegada por el despecho, porque la dejaste.

Martín: ¿Pero y qué tendría eso que ver con Paula? Alfredo… Alfredo ok, era mi abogado pero…

Eva: Ojalá lo supiera, hermano… ojalá lo supiera. (Ambos se van)


PEREIRA, COLOMBIA
INT. / HOSTAL, HABITACIÓN / NOCHE

Ya es de madrugada, Coral acaba de llegar a la capital tras conducir varios kilómetros durante la noche. La villana se ha refugiado en un cutre hostal del centro de Pereira para no ser descubierta. Coral sabe que la policía la va a buscar y no sabe que hacer. Dando vueltas por el cuarto, nuestra protagonista habla sola, muy nerviosa.



Coral: ¡Maldición! ¡Tengo que hacer algo… necesito vengarme de ese desgraciado de Damián Santillana! ¿Pero cómo? Ahora todo el mundo sospechará de mí… ¿Qué puedo hacer…? Mmm… Lo primero necesito un cambio de look… tengo que verme diferente… (Se mira en un espejo de pared) Unas extensiones en el cabello, no mejor una peluca… eso es, una peluca rubia… para empezar… mmm… Pero necesito algo más para pasar desapercibida y que no me encuentren… (Se toca las mejillas) Mañana mismo empiezo con mi transformación…  prepárense para ver una gran metamorfosis… (Sonríe astuta)


PUEBLO
INT. / CASA MÉNDEZ, SALÓN / DÍA

Alicia está llorando sentada en una butaca, cuando es interrumpida por Martin y su hermana Eva. La joven se levanta de su asiento y se abraza al chico, entre lágrimas.



Alicia: ¡Martín!!! (Llorando)

Martín: ¡Alicia! ¡Alicia! ¿Cómo estás? No llores por favor, no me gusta verte así… (Abrazados)

Eva: Alicia… ¿Qué te dijo la policía? ¿Qué te han dicho? ¿Saben algo?

Alicia: Nada… no han encontrado huellas ni nada… no tienen pruebas para incriminar a nadie.

Eva: Ay amiga… yo creo que ya sé quien mató a tu padre.

Alicia: ¿Quién? (Se limpia las lágrimas)

Martín: Mi hermana piensa que fue Coral…

Alicia: ¿Quéeeeeeeeee? (Alucinada) ¡No, no puede ser! ¡Esa mujer no puede haber…!! ¡AHHHHH!!!! (Asustada y llorando desconsoladamente en brazos de Martín)

Martín: Cálmate… Alicia, por favor… (Preocupado)

Eva: Voy a hablar con la policía. La casa de Paula sufrió un grave incendio esta noche, Alicia. La han encontrado muerta en la sala. Pero ni rastro de Coral. Dicen que si la vieron salir en el coche de su prima a toda velocidad, de ahí las sospechas. Todo cuadra, amiga.

Alicia: ¡Esa mujer está loca! ¡Loca de remate! ¡No sólo resultó una adúltera, una barriobajera y una celópata compulsiva! ¿Ahora resultó una asesina? (Horrorizada)

Martín. Yo tampoco puedo creerlo… Coral no sería capaz de… no puede ser.

Alicia: Yo empiezo a creer que las hipótesis de Eva son ciertas. Claro, todo casa… mi papá iba a llevar tu divorcio, Martín. Seguro ella le mató por eso…

Eva: Pero todavía no sabemos por qué habrá matado a Paula. No hay ningún móvil aparente. Era su prima, sangre de su sangre.

Martín: Tal vez… ¿Y sí Paula sabía algo y… y Coral… decidió…?

Alicia: Quien sabe… Vamos chicos tenemos que ir a comisaría, hay que contarle a la policía todo esto.

Eva: Estoy segura que Coral está detrás de estas muertes, convencida, vamos.

Las dos chicas salen de la casa, mientras Martín se lleva las manos a la cabeza sin todavía poder creer que su todavía esposa esté involucrada en dos asesinatos en la misma noche. Martín se resiste a pensar mal de ella pero todo apunta hacia Coral.


AL DÍA SIGUIENTE
EXT. / CEMENTERIO DEL PUEBLO / DÍA

Todos los amigos y allegados a Alfredo Méndez presencian su funeral y entierro en el campo santo del pueblo. Entre los asistentes está la familia Santillana al completo: Damián, Leonardo, Martín, Eva y Lucía. También la hija del difunto, Alicia, acompañada por su madre, Tamara, y por su hermano Ángel quien ha llegado desde Miami esa misma mañana. Así mismo vemos a Samuel, el amigo de Martín. Todo el pueblo ha acudido al funeral de uno de sus ciudadanos más ilustres y queridos.



Damián: Todavía no puedo creerlo… 

Leonardo: Coral está desaparecida papá… La policía no da con ella, es la principal sospechosa.

Lucía: Dicen que fue la que provocó el incendio en casa de su prima Paula.

Eva: Esa mujer es una criminal, una psicópata… pero muy pronto va a pagar por todos sus crímenes… ya lo verán.

Damián: Seguramente a esta hora esté bien lejos de aquí… Espero que den pronto con ella y que pague por lo que hizo. No conforme con ser una zorra que engañó a Martín resultó una asesina esa mujer.

Leonardo: Nos engañó a todos… nunca me gustó Coral.

Lucía: ¿Dónde está Martín, Eva?

Eva: Allá… (Le indica con la mano) Está hablando con Alicia y su hermano.


En otra parte del cementerio, bajo la sombra de los árboles, Martín conversa con Alicia y Ángel.

Martín: Siento mucho que hayamos tenido que conocernos en estas circunstancias, Ángel.

Ángel: No pasa nada Martín… Para mí esto ha sido totalmente inesperado.

Alicia: Mi hermano iba a venir la semana que viene a pasar unos días con nosotros pero… ya ves… (Triste, con unas gafas de sol ocultando su llanto)

Martín: No sabía que tenías un hermano, Alicia. No me habías dicho nada.

Alicia: Lo siento…

Ángel: ¿Martín y tú son novios? (Intrigado)

Martín: No… (Sonríe) No, no somos pareja, sólo amigos.

Ángel: Ahm… bueno pensé que… no sé… Como te veo tan preocupado por mi hermana.

Alicia: Martín es mi amigo pero nada más, Ángel… Además todavía está casado con Coral.

Ángel: ¿Piensan que esa tal Coral fue la que mató a mi papá? ¿Y a la chica del pueblo?

Martín: No lo sé… hay gente que sospecha de ella pero yo me niego a creer que sea capaz de algo así.

Alicia: Por favor Martín, está desaparecida, más obvio que eso… Coral fue la que mató a mi papá y a Paula. Que tú confíes en ella no quiere decir que no sea culpable. Estás ciego. (Con mal tono)

Ángel: Creo que mejor les dejo… Esto es algo que deben hablar ustedes a solas. (Se va)

Martín: No seas así, Alicia, yo no tengo la culpa de lo que haga Coral… Yo estoy tan sorprendido como tú con lo que ha pasado.

Alicia: Pues ve abriendo los ojos porque tu mujer está mal de la cabeza. ¿Ya no recuerdas lo que me hizo aquella vez en la hacienda? Casi me arranca la cabellera en medio de un ataque de celos. Coral no está bien, Martín. Creo que está enferma, no es normal.

Martín: Empiezo a pensar que tienes razón… Ya no la reconozco, no es la misma de antes… no sé. Tal vez todo esto del divorcio la haya afectado y la haya trastornado.

Alicia: Coral ya estaba loca de antes, sólo que tú no te dabas cuenta. El show que me montó en tu casa fue sólo la punta del iceberg. Esa tipa es una asesina, está totalmente desequilibrada y tengo miedo de lo que pueda hacer, Martín, tengo mucho miedo.




UN MES DESPUÉS


SAO PAULO, BRASIL


EXT. / CLÍNICA DOS SANTOS, PUERTA PRINCIPAL / DÍA

Muy lejos de Colombia, en la ciudad de Sao Paulo, en Brasil, estamos a punto de presenciar un giro radical en la historia. En la calle, vemos salir a una mujer de una prestigiosa clínica de cirugía estética, la misteriosa mujer camina a paso ligero, embutida en un ajustado vestido azul marino que realza sus curvas. De espaldas apreciamos una larga cabellera rubia.

La desconocida oculta sus ojos bajo unas bonitas gafas de sol. Acto seguido, la tipa se quita dichas gafas para abordar un taxi. En primer plano vemos su rostro, una cara ligeramente distinta, pómulos más marcados, nariz algo más afilada, cabello rubio oxigenado, así como unos ojos verdes fruto de unas exclusivas lentes de contacto que ocultan el color café de los propios.



Es la nueva Coral, una mujer totalmente distinta, casi casi irreconocible. Nuestra protagonista se ha operado la cara para parecer otra mujer. Coral se sube al taxi con rumbo desconocido…

INT. / TAXI / DÍA

En el asiento de atrás, la villana habla con el conductor, el cual la mira a través del espejo del retrovisor. Todo en portugués.

Coral: Para o aeroporto de Sao Paulo, por favor.

Taxista: OK, senhora.

Coral: Obrigada… (Sonríe con vanidad y se ahueca el cabello, seguidamente se pone las gafas de sol de nuevo)

El vehículo arranca y abandona el lugar lentamente.




RISARALDA, COLOMBIA
PUEBLO
EXT. / RESTAURANTE, TERRAZA / NOCHE

Martín ha quedado a cenar con Alicia. Ha pasado un mes desde la muerte de Alfredo en extrañas circunstancias. Nuestros protagonistas no han vuelto a verse en persona desde entonces. Ambos, sentados a la mesa, en la terraza del restaurante conversan mientras comienzan a degustar del postre.



Alicia: Mi hermano y mi mamá se fueron esta mañana para Cali. Desde que murió mi papá me siento muy sola, Martín.

Martín: Gracias por aceptar mi invitación a cenar esta noche. Pensé que te haría bien salir un poco y distraerte.

Alicia: Se me olvidaba… acá te traje tu camisa. ¿Te acuerdas? (La saca del bolso y se la da)

Martín: Gracias, ya ni me acordaba…  (Sonríe)

Alicia: Mi mamá me ha dicho que me mude con ellos a Cali… y creo que será lo mejor.

Martín: ¿Te vas a ir? (Triste)

Alicia: Sí, Martín, yo ya no pinto nada en este pueblo… Apenas conozco a nadie, mi única amiga aquí era tu hermana Eva y desde que se fue a Cartagena pues ya no es lo mismo.

Martín: Pero me tienes a mí. Dijiste que éramos amigos…

Alicia: Martín… yo… (Nerviosa pero triste a la vez)

Martín: ¿Qué te pasa Alicia? Quedamos que seríamos amigos… no me hagas esto. No te vayas… Mira yo te puedo dar trabajo en la hacienda, de hecho pues… ibas a empezar hace unos meses allá.

Alicia: Te lo agradezco pero no, Martín, no es buena idea que esté cerca de ti.

Martín: ¿Pero por qué? ¿Qué te hice? Yo… yo no tengo la culpa de lo que Coral hiciera… Todavía ni sabemos si fue ella quién mató a Paula y Alfredo. La policía no encontró nada en ninguno de los dos crímenes.

Alicia: Lo sé, lo sé pero no me sale de la cabeza que fuera ella. Justamente esa noche se largó del pueblo y nunca más la volvimos a ver.

Martín: Seguramente volvió a Estados Unidos o qué sé yo… Ya no me interesa Coral, Alicia. Ahora quien me importa de verdad eres tú.

Alicia: Pero como una amiga… y yo a ti no te veo como un amigo… eso es todo.

Martín: Pero Alicia… (La toma de las manos, preocupado)

Alicia: No Martín, no insistas, es mejor que me vaya para Cali con mi familia. No me hace bien esto, tenerte cerca y que no sientas lo mismo que yo.

Martín: No me hagas esto, por favor… (Triste)

Alicia: Este mes que pasamos hablando sólo por teléfono comencé a sentir mucho más por ti, más de lo que yo hubiera querido.

Martín: ¿De verdad?

Alicia: Estoy enamorada de ti, Martín… (Triste, con lágrimas en los ojos)

Martín: Alicia… (Sonríe aunque triste a la vez)

Alicia: Pero sé que en el amor no se manda y que tú no sientes lo mismo, yo lo entiendo pero no puedo estar cerca de ti más, no me hace bien. Créeme que intenté verte como amigo pero no puedo.

Martín: ¿Entonces te vas a ir a Cali? ¿De verdad te vas a marchar del pueblo?

Alicia: Sí, me voy mañana… ya tengo listo mi equipaje y todo. Voy a vender la casa de mi papá.

Martín: Está bien… si es lo que quieres… lo entiendo. Yo no soy nadie para impedírtelo pero… pero… te voy a echar mucho de menos.

Alicia: Y yo a ti… (pensando: Te quiero Martín)

Martín: Nunca conocí una mujer como tú… (Triste)

Alicia: Creo que es mejor que me vaya sí… se hace tarde… (Se levanta de la silla)

Martín: Bueno… (Hace lo mismo) Como quieras… gracias por haberme acompañado esta noche, Alicia.

Alicia: Gracias a ti, Martín, por todo… ¿Puedo decirte una cosa?

Martín: Sí, claro… dime.

Alicia: No cambies nunca, porque en el mundo hay pocas personas como tú. (Sonríe, y le da un beso en la mejilla) Adiós Martín…

En ese instante, Alicia se marcha sin decir nada más. El chico se queda pensativo junto a la mesa del restaurante pero la joven se va envuelta en lágrimas, desconsolada y muy triste. Alicia corre hacia su casa, llorando sin consuelo ya que se ha enamorado de Martín y prefiere dejar de verle que seguir sufriendo por no tenerlo a su lado. Escuchamos música romántica.

En ese momento suena el celular de Martín, el chico lo toma de su pantalón y contesta. Es Ernesto su nuevo abogado, desde su casa en Pereira.



Martín: ¿Aló?

Ernesto: Martín, soy Ernesto.

Martín: Hola letrado… ¿Qué tal? No esperaba su llamada a estas horas de la noche.

Ernesto: Escucha Martín… siento mucho comunicarte esto pero… parece ser que tu esposa falleció la semana pasada en Brasil.

Martín: ¿Quéee? (Extrañado)

Ernesto: Al parecer Coral estaba en Sao Paulo y fue víctima de un asalto. La policía brasileña me dijo que encontraron su cuerpo sin vida en un apartamento de dicha ciudad. Parece que se suicidó cortándose las venas en la bañera.

Martín: Dios mío… qué horror… (Alucinando con la noticia)

Ernesto: Lo que quiere decir que ya no hace falta divorcio… eres viudo, Martín.

Martín: ¿Viudo? ¿Entonces es en serio? ¿Coral está muerta?

Ernesto: Así es Martín… tengo aquí el certificado de defunción y todo lo demás que lo corrobora.

Pero lo que ni Martín ni Ernesto ni nadie saben es que esos papeles son falsos y que la muerta que encontraron en Brasil no era Coral, sino otra mujer asesinada por la propia villana para fingir su muerte.


BOGOTÁ, COLOMBIA
INT. / AEROPUERTO DE BOGOTÁ, ZONA DE LLEGADAS / NOCHE

Un avión procedente de Sao Paulo acaba de aterrizar en el aeropuerto de Bogotá. Entre los pasajeros que desembarcan del vuelo vemos a Coral, con su nuevo e impresionante look. La villana camina a paso ligero, con una maleta de ruedas a su mano derecha. En la otra lleva su bolso. Coral va muy elegantemente vestida. La mujer se acerca a los controles policiales de pasaportes, y en el mostrador…



Policía: Buenas noches señora… Su pasaporte, por favor.

Coral: Aquí tiene, agente… (Sonríe con vanidad, entregándole el pasaporte)

Policía: Podría quitarse las gafas de sol, por favor. (Ella lo hace)

Coral: ¿Algún problema agente? Es que hace daño la luz artificial… (Sonríe seductora)

Policía: No, todo bien, señora Ferrer. (Sonríe, le devuelve el documento)

Coral: Isabel Ferrer, esa soy yo. (Sonríe)

Escuchamos música incidental, la sintonía de “Diabólica”. En primer plano vemos la primera página del falso pasaporte donde efectivamente pone Isabel Ferrer, de nacionalidad brasileña. En la foto se aprecia la nueva imagen de Coral, rubia, con ojos verdes y un rostro algo diferente del anterior, fruto del botox y una leve rinoplastia. Coral parece otra mujer, literalmente. La villana abandona el puesto de control y sonríe feliz y con astucia. Coral habla consigo misma mientras camina con su maleta rumbo a la puerta de salida del aeropuerto de Bogotá.

Coral: Perfecto… sabía que no me iban a reconocer. Prepárate Damián Santillana, porque voy a por ti. Y además pienso recuperar a mi marido. Esta vez sí.

El capítulo termina con Coral caminando hacia la salida sensualmente moviendo las caderas, escuchamos música incidental… el popular soundtrack de “Diabólica”.

CONTINUARÁ…